Como saber cuando estamos frente a una Prepago o Kinesiologa
Alguna ves has pensado que tu vecina es una prepago o kinesiologas, en este espacio te daremos algunos consejos como puedes reconocer a estas damas de compañías.
Cualquiera sean sus pretensiones, querido amigo extranjero, si no sabe de qué manera confirmar si la mujer que tiene en la mesa de al lado es una prepago o dama de compañia, le ofrecemos unos consejos a fin de que salga de las dudas. La contestación tiene muchas posibilidades de ser afirmativa si la mentada encaja en las descripciones que plantean los próximos test:
La sudadera combinada que emplea para el gimnasio, de lona de peluche con incrustaciones refulgentes, cuesta más que el carro por el que aún debe quince cuotas.
Los bucles de su pelo superan la tercera elipse y ostentan resistencia suficiente para paralizar las muñecas de un adulto atándolas a la cabecera de un catre.
Cuando se pone de pie es capaz de hacer desaparecer la alcancía entre sus nalgas, que hasta ese momento ha estado al aire, sin precisar emplear las manos. Sube sus tejanos carentes de bolsillos con un sacudón breve y eficaz de la cadera, lo que bien podría ser un sólido razonamiento de venta.
Su manicura es una elegía al aprovechamiento del espacio y el trabajo en miniatura, de suerte que sobre el esmalte del pulgar caben las ilustraciones de 2 galaxias, un panda y 3 géneros de flores.
Hasta este punto va a haber cierto grado de certidumbre. Mas cuidado, fundamentarse solamente en estos aspectos es darle crédito al prejuicio y hay una alta posibilidad de que se trate únicamente de una paisita de buena familia y fuerte raigambre católica. Resulta recomendable aplicar otras pruebas para cruzar los resultados.
Traiga otra mujer y acomódela en las cercanías de la sospechosa sin explicarle los objetivos del experimento. La recién llegada va a deber encontrarla en menos de diez segundos y proceder disimuladamente con un monólogo destructor antes que transcurran 5 más. Menester es que aparezcan reproches donde se incluyan las expresiones “mal gusto”, “semejante desproporción”, “cara de porno” y “quién sabe de qué va a ser capaz”.
Si esto sucede, aumentan las posibilidades de encontrarse frente a una prepago. No obstante, no se garantiza el acierto indiscutido pues la reacción puede estar ligada a la envidia. La subjetividad juega un papel fundamental y la prueba de ello está en que los presuntos agravios tienen un efecto opuesto en usted: mientras que pretende estar conforme debe meterse la mano al bolsillo para acomodar el ímpetu de la erección que comienza a aquejarlo.
Acérquese a la sospechosa como quien quiere saber dónde queda el baño y pregúntele por los servicios. Si la contestación es “dos a trescientos o bien noventa minutos sin incluir anal”, probablemente se trata de una prepago o escorts. Caso de que aún tenga dudas, mejor prosiga cara los auténticos servicios y olvídese del tema pues las contestaciones a sus preguntas están en otro lado.
Cualquiera sean sus pretensiones, querido amigo extranjero, si no sabe de qué manera confirmar si la mujer que tiene en la mesa de al lado es una prepago o dama de compañia, le ofrecemos unos consejos a fin de que salga de las dudas. La contestación tiene muchas posibilidades de ser afirmativa si la mentada encaja en las descripciones que plantean los próximos test:
La sudadera combinada que emplea para el gimnasio, de lona de peluche con incrustaciones refulgentes, cuesta más que el carro por el que aún debe quince cuotas.
Los bucles de su pelo superan la tercera elipse y ostentan resistencia suficiente para paralizar las muñecas de un adulto atándolas a la cabecera de un catre.
Cuando se pone de pie es capaz de hacer desaparecer la alcancía entre sus nalgas, que hasta ese momento ha estado al aire, sin precisar emplear las manos. Sube sus tejanos carentes de bolsillos con un sacudón breve y eficaz de la cadera, lo que bien podría ser un sólido razonamiento de venta.
Su manicura es una elegía al aprovechamiento del espacio y el trabajo en miniatura, de suerte que sobre el esmalte del pulgar caben las ilustraciones de 2 galaxias, un panda y 3 géneros de flores.
Hasta este punto va a haber cierto grado de certidumbre. Mas cuidado, fundamentarse solamente en estos aspectos es darle crédito al prejuicio y hay una alta posibilidad de que se trate únicamente de una paisita de buena familia y fuerte raigambre católica. Resulta recomendable aplicar otras pruebas para cruzar los resultados.
Traiga otra mujer y acomódela en las cercanías de la sospechosa sin explicarle los objetivos del experimento. La recién llegada va a deber encontrarla en menos de diez segundos y proceder disimuladamente con un monólogo destructor antes que transcurran 5 más. Menester es que aparezcan reproches donde se incluyan las expresiones “mal gusto”, “semejante desproporción”, “cara de porno” y “quién sabe de qué va a ser capaz”.
Si esto sucede, aumentan las posibilidades de encontrarse frente a una prepago. No obstante, no se garantiza el acierto indiscutido pues la reacción puede estar ligada a la envidia. La subjetividad juega un papel fundamental y la prueba de ello está en que los presuntos agravios tienen un efecto opuesto en usted: mientras que pretende estar conforme debe meterse la mano al bolsillo para acomodar el ímpetu de la erección que comienza a aquejarlo.
Acérquese a la sospechosa como quien quiere saber dónde queda el baño y pregúntele por los servicios. Si la contestación es “dos a trescientos o bien noventa minutos sin incluir anal”, probablemente se trata de una prepago o escorts. Caso de que aún tenga dudas, mejor prosiga cara los auténticos servicios y olvídese del tema pues las contestaciones a sus preguntas están en otro lado.
Imagen tomada de: http://colombiaanuncios.com/prepagos/bogota/usaquen/yamile-oviedo-3208600523-tengamos-pronto-una-visita-la-cuerpo-mio-seran-uno-solo/
Fuente: http://www.soho.co
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